Cierran acuerdos de integración para impulsar al sector argentino de energía nuclear

Se busca darle volumen al crecimiento del sector de energía nuclear a través de sus actores estratégicos mediante el aporte a la matriz de generación eléctrica nacional.

Soplan nuevos aires en el sector de la energía nuclear. Con la presencia de jefe de Gabinete de la subsecretaría de Energía Eléctrica, Ignacio Pallia, se firmaron distintos convenios de cooperación entre las empresas estatales Nucleoeléctrica Argentina, IEASA, Dioxitek y la Comisión Nacional de Energía Atómica. Según trascendió, el objetivo es “reforzar el trabajo conjunto en generación eléctrica, desarrollo tecnológico y capacitación profesional”.

La empresa estatal Nucleoeléctrica Argentina SA (NASA), de la que el Ministerio de Economía es accionista mayoritario a través de la Secretaría de Energía, suscribió convenios de cooperación con la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y con las empresas públicas Integración Energética Argentina SA (IEASA) y Dioxitek SA.

El acto se realizó en la sede central de NASA y contó con la participación del presidente de esa empresa, José Luis Antúnez, de la presidenta de la CNEA, Adriana Serquis, del presidente de IEASA, Agustín Gerez, del presidente y gerente general de Dioxitek, Santiago Sartori, y del subgerente general de IEASA, Gastón Leydet.

“El Estado Nacional apuesta al crecimiento del sector nuclear a través de sus actores estratégicos, que aportan una fuente limpia y segura a la matriz de generación eléctrica nacional y que tienen un impacto muy importante en el desarrollo tecnológico e industrial argentino”, destacó el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo.

El acuerdo entre NASA e IEASA prevé el entrenamiento de personal de operación, mantenimiento y programación de las termoeléctricas José de San Martín y Manuel Belgrano por parte de Nucleoeléctrica Argentina, a la vez que contempla también la realización de actividades conjuntas entre las empresas en áreas como Garantía de Calidad y Ambiente, Responsabilidad Social, entre otras.

Por otra parte, Nucleoeléctrica firmó un convenio marco de colaboración por diez años para la provisión de servicios de asistencia tecnológica por parte de CNEA para las centrales nucleares en operación, así como para la provisión de servicios de asistencia a su Unidad de Gestión de Proyectos Nucleares. Asimismo, se acordó el trabajo conjunto en la utilización de elementos combustibles con uranio levemente enriquecido, el almacenamiento de los elementos combustibles gastados, el desarrollo de proveedores para sustitución de importaciones y gestión de conocimiento, entre otros aspectos.

Finalmente, NASA suscribió un contrato con Dioxitek para la provisión de 220 toneladas de concentrado de uranio (UOC) para la posterior fabricación de elementos combustibles para las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse, durante el año 2022 y parte del 2023.

Fuente: www.ambito.com

Sigue la suba de la demanda eléctrica y se aproxima a récord histórico

En julio, uno de los meses del año de mayor demanda eléctrica junto a enero, alcanzó los 12.4 TWh (teravatio-hora) y se mantuvo en tendencia creciente pero aún por debajo del récord histórico de 12.6 TWh alcanzado en julio 2018.

La demanda eléctrica total durante julio subió 1,8% de manera interanual y un 3% respecto al mes anterior, con alzas registradas en los clientes residencial, comercial e industrial, de acuerdo al reporte elaborado por la consultora Ricsa.

En julio, uno de los meses del año de mayor demanda de energía junto a enero, alcanzó los 12.4 TWh (teravatio-hora) y se mantuvo en tendencia creciente pero aún por debajo del récord histórico de 12.6 TWh alcanzado en julio 2018. El sector residencial, que representó el 50.5% de la demanda con 6.3 TWh, venía teniendo crecimientos intermensuales del 26.6% y 20% para los meses de mayo y junio, respectivamente.

Pero este mes aumentó tan solo un 3.6%, respecto a junio, y si bien para este sector, la demanda sobrepasó levemente su valor de julio 2018, se mantuvo un 4% por debajo del récord impuesto el año pasado. El sector comercial, que representó un 24.9% de la demanda con 3.1 TWh, es el que se encuentra en la situación más crítica ya que se encuentra un 6% por debajo del valor de 2018, pero logró superar en un 1% la energía demandada de julio 2020.

El sector industrial, que representó un 24.6% de la demanda eléctrica con 3.1 TWh, es el más regular de los 3 con un valor prácticamente constante en los últimos 4 meses y menos de un 2% por debajo del nivel de 2018. La tecnología térmica sigue siendo la más importante del país con un 63,6% del suministro, seguida por la generación hidroeléctrica con un 25,6% mientras que la energía nuclear, con un 5,7% y las renovables en conjunto, con un 5.1%, terminan de completar la matriz energética.

Con respecto a junio, la generación llegó a 13 TWh, mostrando un aumento del 3.6% intermensual y un 6.1% interanual. La térmica, la hidroeléctrica y la nuclear mostraron un aumento del 2%, 2.3% y 3.5%, respectivamente, y las renovables fueron las que más aumentaron un 15% interanual.

Haciendo foco en las energías renovables, la energía eólica representó un 80.1% de la generación renovable del país; en segundo lugar, la energía solar con un 8.7%, seguido con la energía por biomasa, con un 4.21%, la minihidro, con un 4% y por último el biogás con un 2.3%.

Fuente: www.ambito.com

Energía nuclear y descarbonización: ¿parte del problema o de la solución?

Según la IEA (2021), la hoja de ruta plantea que la inversión anual total en energía aumentará a u$s5.000 billones para 2030 en la vía neta cero. ¿Qué rol cumplirá la energía nuclear?

La pandemia ha puesto al sector energético junto con el cambio climático en la agenda mundial. Tal es así, que el pasado 18 de mayo, la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) lanzó el denominado plan “Net Zero para 2050: una hoja de ruta para el sector energético mundial”.

Según la IEA (2021), la hoja de ruta plantea que la inversión anual total en energía aumentará a u$s5.000 billones para 2030 en la vía neta cero, agregando 0,4 puntos porcentuales adicionales al año al crecimiento del PBI mundial, según un análisis conjunto con el Fondo Monetario Internacional (FMI).Además, para 2050 la demanda mundial de energía será alrededor de un 8% menor que en la actualidad, pero abasteciendo a una economía de más del doble en tamaño y a una población con 2.000 millones de personas más. Casi el 90% de la generación de electricidad provendrá de fuentes renovables, donde la energía eólica y solar fotovoltaica juntas representarán casi el 70% de la matriz y la mayor parte del resto provendrá de la energía nuclear.

Así, vemos que la energía nuclear será una pieza fundamental para lograr la descarbonización de los sistemas energéticos planteados en el escenario “Net Zero para 2050”.

 

De acuerdo con la Asociación Nuclear Mundial (WNA, en inglés World Nuclear Association) y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), existen en el mundo a septiembre de 2020 unos 442 reactores de potencia generando energía eléctrica a la red distribuidos en 20 países, con una capacidad neta instalada de 391.685 MW y cuya participación en la generación eléctrica a nivel global es de aproximadamente el 10,5%.

Para el caso de Argentina, que opera 3 centrales nucleares: Atucha 1 de 362 MW, Atucha 2 de 745 MW y Embalse de 656 MW. Según datos de Cammesa (2020), la energía nuclear representa un 4,2% de la energía generada, mientras que la generación térmica representa un 60,5%, la hidráulica un 25,8% y las renovables un 9,5%.

Por su parte, de los 53 reactores en construcción en el mundo, 1 se encuentra en Argentina, el CAREM (Central Argentina de Elementos Modulares), mientras que el 65% de los reactores en construcción se sitúan en Asia. Adicionalmente, de esos 53 reactores en construcción, el 84% son de la tecnología tipo PWR que utiliza uranio enriquecido y agua liviana como moderador, y 3 reactores son de tipo modulares SMR que, según el informe “Pequeños reactores modulares: desafíos y oportunidades” de la Agencia de Energía Nuclear, se encuentran bajo construcción el CAREM de Argentina y los diseños ACPR50S y HTR-PM de China.

 

Además del proyecto CAREM, Argentina tiene en cartera en lo inmediato la construcción de la IV central nuclear. Sabino Vaca Narvaja, embajador argentino en China, dijo en una reciente entrevista en relación a la construcción de una nueva central nuclear: “ Se encuentran adelantadas las gestiones para avanzar con el proyecto de la IV Central Nuclear. La central contará con tecnología Hualong, una de las más avanzadas del mundo. Esta obra permitirá a nuestro país continuar diversificando la matriz de generación de energía y generará cerca de 7 mil puestos de trabajos directos. Además, consolida a la Argentina como un actor de referencia en la región en materia nuclear, continuando con los lineamientos estratégicos en este sector. Por otra parte, en el futuro, nos permitirá explorar proyectos conjuntos con China incluyendo la exportación de bienes y servicios nucleares. Argentina cuenta con grandes capacidades en la materia, además de un entramado de organismos y empresas como NASA, CNEA, CONUAR, IMPSA, INVAP, NUCLEARIS que cuentan con vasta experiencia en el mercado internacional y están suficientemente maduras para competir en mercados como el chino”.

 

Tal como indica la hoja de ruta del Net Zero 2050, planteado por la IEA, la energía nuclear es un componente fundamental para lograr la descarbonización de las matrices energéticas. Argentina no queda exenta de esta solución, y parece ser una oportunidad para profundizar el desarrollo nuclear, del cual conoce y mucho, ya que posee una trayectoria de más de 70 años. Esto pone al sector nuclear en un desafío histórico, en el cual debe pensarse y planificar cuál va a ser el desarrollo de los próximos 30 o 50 años, más allá de la IV central, que todo parece indicar será de tecnología Hualong, debemos pensar cómo avanzar y desarrollar las capacidades nacionales ya instaladas y adaptarlas a nuestro tiempo.

Fuente: www.ambito.com